Mi suegro había sido, de joven, guapísimo. Cuando yo lo conocí continuaba siendo, aunque mayor, un hombre hermoso.
Tenía por ese entonces una forma de vivir sus días, como imbuido por esos modos de oriente que ralentizan las acciones y centran el disfrute en el momento presente. No había adquirido esa modalidad de la mano de ningún filósofo, sino en el mero hecho de haber vivido. Porque no había sido la suya, justamente, una vida de monje contemplativo, muy por el contrario, había estado plagada de pasiones, de peligros, de situaciones de cambio. Como aquella de haber estado siendo casi un chico frente a frente con la muerte en la guerra y, que esta le diera la oportunidad de seguir viviendo, mientras lo empujaba al oeste del Finisterre.
Las tareas que mi suegro realizaba en sus días de jubilado, se tuteaban con lo poético: ocuparse de los pájaros, del jardín, observar el desarrollo de los jazmineros, el crecimiento de las parras, de la higuera, de los nísperos. Combatir a las hormigas, leer el diario de cabo a rabo, escuchar música, especialmente tangos. Era hombre de otra generación, así que sus tareas domésticas se reducían a comprar el pan, y a cebar mate. Aquel hijo de la Columna de Hércules, ese que hablaba con la “s” y “c” y la “z” bien diferenciados, cebaba unos mates, que avergonzaban al gaucho más pintado.
Así como era guapo, su voz no iba en menos, viril y aterciopelada a un tiempo, plena de resonancias. Cuando él llamaba a mi hijo por su nombre, las estrellas del Camino a Santiago llovían fecundas en pleno día. De alguna manera, su voz reencarnaba la un juglar habilidoso que secretamente revivía la concha, el cuervo, la pata de la oca, del lobo, para aquel fruto suyo que retoñaba tan lejos de sus mitos ancestrales.
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24 comentarios:
Jo Umma, un retrato tan vivo que hasta se puede ver.
No te imaginas qué satisfacción tan grande poder seguir compartiendo tus escritos.
Es que nos dejaste mal y es comprensible que no tuvieras al principio ocasión de aclarar. Pero bueno toda esa noticia que has dado es de una intensa alegría y lo sabes.
Jo, ya estás aquí... :)
Besos
MI querida Umma:Hablas de él con un gran cariño y respeto.POr lo que cuentas era originario de Galicia y la vida le llevó hasta Argentina.
Cada persona tiene una historia a sus espaldas.
Brisas y besos.
Malena
Hola MIGUEL
Dejéun comentario, al regreso y mencionaba que vos me habías hecho reflexionar sobre la necesidad de aclarar.
Un gusto queme visitaras.
Si Nacida en Africa, la guerra civil,en la que luchaba por la República. Y lo trajo de un modo tan inesperado, que creo que pasaron años para que él comprendiera como había sido que cruzó el Atlántico.
Alguna vez lo contaré.
Gracias por tu visita, bonitas palabras de admiración, seguiré por aquí tus pasos...
un beso
Por lo que se ve tu suegro vivió la vida plenamente primero con gran actividad y ahora con calma y serenidad.
Una descripción muy bella la que hiciste de su persona.
Buen día.
Qué gusto oir hablar como tú lo haces del padre de tu esposo.
Tus palabras destilan admiración y cariño.
Un abrazo!
Precioso post. Yo también hablo con la S, la C y la Z. Bueno, la C y la Z tienen el mismo sonido, a no ser que digas: "casa". :-)
Mira vos... un cantabrico cebador de mate, quien diria. Sera que a mi no me hacen tomar un mate ni a palos, y cuando no me queda otra que aceptar uno, la cara me menda en cana con una expresion de 'esto no me gusta' si es que no salgo corriendo al baño...
Hermosa descripción y por lo que veo bellos recuerdos! El abuelo de mi hija a sus casi 81 años ahora esta en España recorriendo su tierra, su Valencia natal y su Mallorca adoptiva y también al igual que tu suegro llegó a Buenos Aires, él recaló en Montevideo. Y es el día de hoy que a su nieta, mi hija Verónica le cuenta sus historias de una infancia asolada por la guerra civil. Su padre republicano murió cuando el tenía 10 años. La semana pasada cuando mi hija lo despedía en Carrasco le dijo "Abuelo disfrutá de tu viaje" y el contesta con su acento que a pesar de los años nunca perdió, Mira, lo que más me gustaría es poder dejar una flor en la tumba de mi padre, pero eso nunca lo podré hacer no sé donde murió ni cómo. Cuantas historias y cuanto heredamos!! Un beso enorme y como siempre un placer leerte! Ana
Personajes que pueblan la memoria porque las huellas son tan profundas que es imposible olvidarlos. Abrazos.
Qué lindura de suegro. Y nada fácil encontrarlos. Creo que es la primera vez que leo un texto dedicado al suegro. Lindo texto.
Abrazos.
un nítido relato calcando el recuerdo, me gustó mucho amiga!
buena semana !
Adal
tambien saludo a los conocidos
Has hecho una semblanza bellísima, no sólo de los rasgos de tu suegro, sino también de la relación con tu hijo. Tu palabra es tan poética como sus ocupaciones de jubilado. Un abrazo muy fuerte, querida amiga.
ICO, muchas gracias por tu visita
Sí,LEOGUNDIA, fue un hombre que vivió su vida, con serenidad y nostalgia.
Así es ALMENA, quise mucho a mi suegro.
Jajajja AMELCHE:
Es que cuando Uds dicen, por ejemplo "Corcel", un argentino sabe al instante que "cel va con C y no con S,cosa que no ocurre con nosotros que pronunciamos todas con el mismo sonido.
Pero claro,Uds.,no se dan cuenta de eso, igual que nosotros no reconocemos nuestra cadencia al hablar.
ALEJANDRA, los mates de mi suegro, merecían al menos ser catados.
Qué historia triste pero hermosa, ANA querida.
Estas historias que hemos heredado,lo que aún estás sobre las espaldas de nuestros hijos, tiene mucho de tristeza y de poesía.
Que haya alegría en este viaje de tu suegro.
Un abrazo que cruza el Río marrón y llega a lindísima su cara celeste.
Te extraño
Claro FGIUCICH, y tanto...
Hola CLARICE
Mi suegro lo merecía,tanto el padre de mi marido como la madre,lo merecieron.
Hola ADAL
Querido amigo.
Qué pena que cerraras los comentarios, Hippie. Tus motivos tendrás, claro.Pero una los extraña.
Igual,estás en mi corazón
Ana
Gracias ISABEL ROMANA
La relación entre él y mi hijo fue estupenda.
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