En ocasiones, las estaciones de los tiempos vividos se tocan.
Anoche caminaba con una amiga que me trajo la vida hace unos pocos años. Cuando la conocí me impresionó su parecido con quien fuera mi inseparable en el colegio.
Y anoche, justamente, quizá por el buen rato que habíamos vivido en la reunión de la que salíamos, ese parecido se impuso. En un segundo, mientras me contaba alguna cosa, los años de la secundaria pasaron íntegros y gozosos por mi cabeza.
El presente se tildó y me suspendió en un inesperado tributo a la adolescencia en aquella conflictiva década de los 70.
Anoche caminaba con una amiga que me trajo la vida hace unos pocos años. Cuando la conocí me impresionó su parecido con quien fuera mi inseparable en el colegio.
Y anoche, justamente, quizá por el buen rato que habíamos vivido en la reunión de la que salíamos, ese parecido se impuso. En un segundo, mientras me contaba alguna cosa, los años de la secundaria pasaron íntegros y gozosos por mi cabeza.
El presente se tildó y me suspendió en un inesperado tributo a la adolescencia en aquella conflictiva década de los 70.
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5 comentarios:
Un encuentro que valió la pena. Abrazos.
Me alegro de que hayas vuelto, un mes después. Sí, a veces las amigas nuevas nos recuerdan a las antiguas. Quizá no seamos tan diferentes en el fondo.
Imagino que ha sido un encuentro agradable. Recordar la infancia y la juventud a veces nos da mas ganas de aprovechar y disfrutar del tiempo y de la amistad.
Me alegra tu vuelta
Yo tambien me acuerdo de aquella epoca de los setenta, tan convulsionada por aqui por cierto: bombas que explotaban, colegios evacuados, mas bombas, y despues mas y mas nubes negras.A veces me preguntan como hago para entre medio de tanto negro, encontrarle algo de luz a esa epoca, supongo que todo dependera del ojo con que se mire....
Que padre encuentro.
Abrazos.
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