Auxilio Social

Publicado por Umma1 septiembre 30, 2009 Etiquetas: , , ,


Voy en estos días, estupefacta, observando como bullen los acontecimientos a mi alrededor.

La mar de esos hechos, indigestan. Todos los que detecto son relaciones sociales emergentes del estado en el que vivimos.

Ayer, por ejemplo, en un supermercado, fue testigo de un hecho que me dejó sin capacidad de reacción… (debe ser que funciono en baja...)

La cajera era nueva, la encargada le iba enseñando a dar sus primeros pasos. La clienta que me antecedía pagó con una tarjeta todo, menos un vino. Yo, que no soy muy detallista, ni me había dado cuenta, hasta que la supervisora le explicó a la cajera, porqué la clienta hacía la compra de esa manera.

-La Sra. paga con una tarjeta social, en ella no puede cargar vinos, por eso lo paga aparte.-

(Aclaro que una tarjeta social, es una ayuda de unos pocos pesos, que da el estado a los carecientes para que coman alguna cosa)

Entonces, eché una mirada al vino, casi me caigode traste, porque se trataba de uno muy fino, una botella que ronda los $40.-, sorprendida, observé disimuladamente a la clienta, que la verdad por la ropa y la bijouterie, no parecía pobre. Y no lo era, porque la señora que compraba con una tarjeta de auxilio social, sacó una Visa Gold y con ella abonó su vino.

No sé porqué no reaccioné. Porque asco me dio. Todos los días cuando voy al trabajo, veo a la gente durmiendo en las calles, en las Recovas del Bajo, en las escalinatas de la Biblioteca del Congreso; veo a los chicos vender firuletes en el subte, pedir en las paradas de los semáforos. Escucho cuando hago las compras, a las amas de casa, que ya no saben a que alquimia recurrir para parar la olla. Sucumbo a los ojos de los jubilados que no tienen salida.

Sentí asco, pero me callé…

Soy tan culpable como el que le habilitó el plan social a quien tiene medios, soy tan culpable como ella misma, que es una simple delincuente, o no tan simple, porque se apropia, hasta de la última miga de lo que le corresponde a otros.

Sentí asco… pero callé…

7 comentarios:

fgiucich dijo...

Es cierto: estamos viviendo dentro de un polvorín, donde las injusticias se cruzan como saetas amenazadoras y los aprovechadores (como esa del supermercado) van gastando la paciencia social. Que andes bien. Abrazos.

Beelzenef dijo...

Las calles se ven plagadas de injusticia, y el poder favorece a los privilegiados y olvida a los desamparados.

Todo ello aumentando la impotencia. Pero podemos crear una justicia a nuestro alcance, sin dejar de sentir aversión por situaciones como esta.

Un abrazo, Umma. Comparto contigo el asco por esta crueldad

Lunaria dijo...

Efectivamente, da asco y mucho situaciones como esas. Yo no me habría podido callar y es que como dice el refrán: Dios da pañuelo al que no tiene nariz.

Adolfo Calatayu dijo...

Tenés toda la razón,da asco este tipo de situaciones;la cuestión es que no seas tan dura con vos misma porque no es justo...es verdad,podrías haberle dicho algo,pero "no te salió",por los motivos que fuera,cierto es que hay distintos tipos mas que de culpabilidad diría de responsabilidad,y vos no estás en este grupo (ya sabemos quienes sí). Vivimos en un mundo de injusticias y paradojas,y ahora estás -como siempre- equilibrando la balanza y haciendo lo que corresponde.
Un beso grande.

Isadora dijo...

Me temo que sí. Humano es muy humano. Incluso estoy tentada por decir que en un tiempo era muy humano, y que hoy es simplemente consecuente con la indiferencia por todo y por todos en la que nos movemos y de la que alardeamos. Libertad es hoy sinónimo de indiferencia, del falso respeto a los demás y que viene a significar que cada cual haga lo que quiera o lo que pueda.
Todos somos culpables de muchas cosas y ello es una realidad, pero que al menos nos percatemos de las injusticias, de lo que no debe ser, de lo que es inadmisible. Si además de darnos cuenta somos capaces de reaccionar, ¡el colmo!

Silvia dijo...

hola!no te culpes uno aveces por el mismo asco no reacciona...es tremendo el clientelismo social en el que vivimos y de eso somos todos culpables.
cuidate.tkm.besotes.silvia cloud

amelche dijo...

Creo que Adolfo tiene razón en su comentario. Pero es increíble que la tía tuviera tanta cara dura de pagar con una tarjeta de auxilio social y luego llevarse un vino tan caro. Al menos, podría disimularlo un poco e ir en otro momento sólo a por el vino, digo yo.