Miraban con languidez de fantasmas cursis el movimiento de los irreverentes del presente.
Alguna vez, colgando de una pared familiar, habrán sido contempladas con cariño, generarían anécdotas, chismes, suspiros. Eso antes de volverse documento en el Museo de la Ciudad.
Puede que los biznietos pasaran frente a ellas sin reconocerlas.
Ya no hay espacio físico para las fotos viejas; ni huecos en el tiempo para demorarse en los afectos que fueron.
Alguna vez, colgando de una pared familiar, habrán sido contempladas con cariño, generarían anécdotas, chismes, suspiros. Eso antes de volverse documento en el Museo de la Ciudad.
Puede que los biznietos pasaran frente a ellas sin reconocerlas.
Ya no hay espacio físico para las fotos viejas; ni huecos en el tiempo para demorarse en los afectos que fueron.
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18 comentarios:
Mi madre conserva una enorme caja roja con fotografías de antaño. Antepasados que ya cuesta saber hasta quienes son. Son fotos con mucho encanto. Me resultan de lo más valiosas y paso largo rato observandolas.
Un beso.
Qué lindo Lunaria.
Una cosa que se puede hacer, es ir colocando en el dorso, el nombre y el parentesco.
Yo lo estoy haciendo, porque sé que en dos generaciones serán desconocidos, imposibles de relacionar.
Hemos de alegrarnos que haya lugares como los Museos donde se aprecien y se conserven estas viejas fotografías, testimonio si no de dos vidas, de una época. De algún modo ellos seguirán viviendo. Besos, querida amiga.
Instantes de la vida pasada, inmortalizados para siempre en una fotografia, acaso vieja, amarillenta, y llena de polvo...
Bello post.
Un abrazo.
Cuánta verdad expresada con tu excelente crónica fotográfica. Abrazos.
De seguro son mas seguras que tanto pixe que se borra de nada de las computadoras ante el virus de hasta un resfriado. Espacio que ocupan hoy, para muchos, que tercamente persisten en decir, aqui estuvimos, aqui soñamos, para alguien fuimos tan importantes que hasta registro nuestro paso por el mundo.
hola!me encanto tu post..esas fotos ,me dan algo de nostalgia..pienso en unos años que ya no estaremos y seremos como ellas.
gracias.
besos
silvia cloud
Ana, me encantan las fotografía viejas, yo viví con mi abuelo y sigo en la misma casa que se crió mi padre, guardo celosamente las fotografías y las cartas familiares, tengo cartas del abuelo de mi padre, es decir del tatarabuelo de mis hijos.
Son mis reliquias y me gusta comprobar que mis hijos sienten el mismo interés.
Son parte de nuestra historia.
Ana, que tengas un lindo fin de semana.
Besos
-Viejas no - te corregiría mi abuela- "Antiguas". Viejos son los trapos...
Me gustan las fotos antiguas. En San Telmo hay cajas enteras, a la venta, y muchas veces me pongo a mirarlas una por una. La ropa, la pose, las caras, los gestos...
¿Y quiénes son los de la foto?
Un abrazo:
Ana
Seguro ISABEL ROMANA.
Afortundamente este museo salvó muchos testimonios de nuestra breve pasado, del olvido.
Pero no estaría mal que la gente conserva algo de aquellos que fueron los que nos antecedieron.
Un beso
Una forma de entender la vida CORNELIUS. Muy diferente a la nuestra.
Gracias FGIUCICH
Hola ALYXANDRIA.
Mal destino, entonces tienen las fotos... Unas porque las tiran, otras porque se pierden.
Es cierto que las de ahora no ocupan lugar, pero hay que hacer chiquicientas copias por las dudas.
Eso de que para alguien fueron importantes, es lo que me conmueve, alverlas, abrazaditas, y con esa expresión atónita en una pared del museo.
Así es SILVIA.
También a mí me provocan nostalgia.
Qué afortunada SAFIRO.
Tanto mi padre como mi madre provenían de familias con muchos hermanos. Así que lo que había en fotos, se desperdigó.
Yo conservo muy pocas, pero las atesoro.
Un beso
Hola ABRIL :)
Son antiguas, es cierto... pero para quien se deshizo de ellas, eran viejas...
Hay cada foto en San Telmo... Creo que debería prohibirse su comercialización y deberían ir todas a formar un banco documental.
Bien al Museo de la Ciudad, o al Archivo histórico nacional.
Un beso :)
AMELCHE...
Andá a saber quienes eran...
Eso le da su sugestivo misterio.
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