Ti voglio tanto bene mamma!

Publicado por Umma1 diciembre 06, 2006 Etiquetas:


La mamá de Patrizia solía contarme anécdotas de su niñez en Rimini, en tiempos de la posguerra.
Eran campesinos. Todas las mañanas al alba, el padre, los cinco hijos varones y 3 de las mujeres (incluída Anna, que era una niña pequeña), realizaban una larga marcha hasta el campo donde trabajaban.
La madre y la hija mayor se quedaban en la casa. Lavaban la ropa, fregaban los pisos, alimentaban las gallinas que habían sobrevivido, buscaban la leche, remendaban la poca ropa que había, hacían milagros porque eran épocas duras y ellos eran muy humildes.
La mujer se hacía cargo de la mayor parte de las tareas y de la cocina, tratando de alivianar las de la muchacha que bordaba el ajuar aunque no tenía novio. Cada día preparaba la masa de 5 tipos diferentes de fideos, las extendía sobre la mesa y con sus manos endurecidas sobaba hasta sacar del engrudo vermicelli, fusilli, Ave Marie, maccheroni, bucatini. Lo hacía así para complacer el capricho de cada uno de sus hijos varones, que no coincidían en gustos.
Cuando regresaban de la faena, los hijos alzaban a la madre, la abrazaban, la cubrían de besos, ¡carissima mamma!
Anna, a pesar de su corta edad reflexionaba y preguntaba a sus hermanos:
- Si tanto quieren a mamá, porque no comen todos el mismo tipo de pasta y le dan la posibilidad de romperse menos la espalda.-
Para eso, ellos no tenían respuesta, la mamma era sagrada, pero los fideos eran los fideos…


(de mi otro blog: http://lacostillaincomoda.blogspot.com)

47 comentarios:

fgiucich dijo...

Cuánto de cierto hay en este relato. Vengo, por parte de madre, de una familia italiana tradicional que, en vida de los abuelos (mi hermano y algunos de mis primos siguen la tradición) se juntaba todos los domingos del año para atacar las pastas amasadas a mano por la abuela. Como vivía con ellos participaba del rito de pasar la masa por un extraño tubo de bronce con diversas medidas para, luego, dejar secar la pasta en el ámplio patio embaldosado, colgada de las sillas del jardín. Abrazos.

Umma1 dijo...

Qué hermoso relato me hacés, FGIUCICH.
Hace días tomó las últimas fotos de la que fuera la casa de mi suegra, antes que la demuelan y se convierta en duplex. Si bien era una familia española, había todo un culto a la comida. Y a mi suegra le pasaba algo parecido que a la abuela de mi amiga, para cada uno de la familia hacía una comida diferente. Yo siempre le decía: ¿Porqué no ponés un restaurante Maruja? Total cocinás tantos platos en cada comida...

Reaño dijo...

me he quedao enternecido con la viñeta...
Justo lo que necesitaba en unos días que se avecinan grises.
Gracias Umma!

El Doc dijo...

Suena a decir "Te adoro por ser una sirvienta tan eficiente".
Así era entendido el amor filial hace tiempo.
Así, también, era entendido el amor materno: te doy todo porque eres mi hijo hombre.
No me extraña tanto movimiento feminista en esta época.

~ El Doc

Mar dijo...

Es que era por los fideos una de los motivos por el que la querían...¿no?

Saludos

Umma1 dijo...

Espero que esos días no sean grises, REAÑO.
Y si no hay remedio, que sea la última vez que así los vives, que les puedas cambiar el sentido a la nostalgia tibia o la ternura.

Umma1 dijo...

Extrañas maneras de comprender el amor.
Eso es DOC.
Anna se preguntaba de que clase sería, cuando no protegía.
Yo creo igual.. Pero eran otros tiempos.

Igual, no era solo culpa de ellos, también de la madre, que los seducía con una actitud que otra mujer no podría sostener.

Umma1 dijo...

No creo FENIX CALIOPE.
Me parece que ellos eran egoistas, no veían el sacrificio de la madre, pero como le rspondía a DOC, ella también se los fomentaba.

Clarice Baricco dijo...

Era una adolescente cuando conocí a una madre que cocinaba diariamente platillos diferentes para darle gusto a los hijos.
Se me quedó marcado conocer un punto más de lo que es el amor.

Te abrazo mi querida...

Umma1 dijo...

Malas madres, CLARICE.
Hay una sutil diferencia entre el amar y el apropiarse.


Lo del poema de Borges... y él de madres apropiadoras sabía demasiado.


Un abrazo

amelche dijo...

Me quedé con ganas de probar los cinco tipos diferentes de pasta, para ver si, realmente, había tanta diferencia en el sabor como para tener que estar haciendo una comida a cada uno.

¿Otro blog? ¡Qué sorpresa! :-)

Umma1 dijo...

Sorpresa la mía AMELCHE.

Qué haces conectada?
Hace frío? Mujer, no sé que luna hay, pero yo estaría caminándome todo.

Fotografiame el barrio medieval, dale...

En cuanto al otro blog... yo soy una mujer que da sorpresas.

Besos.

Lunaria dijo...

Qué gran verdad. De pequeña siempre protestaba porque no me gustaba la comida y recuerdo a mi madre quejarse por ello siempre de lo mal que yo comía. Ahora que me toca cocinar a mí, me doy cuenta lo mal que lo debió pasar. Y es ahora, de vez en cuando se lo comento y ella siempre me sonríe.

Ya estoy mucho mejor del esguince. Puedo caminar y el dolor es poco ya. Muchas gracias por preocuparte.

Por cierto, si el flan es de esos que ya traen el azúcar incorporado mejor que mejor.
Un beso.

Yessi dijo...

Hermoso relato el que nos cuesntas hoy querida Umma, y nos deja una reflexión muy interesante, muchas veces hay cosas tan pequeñas que nos cuesta trabajo camiar aunque esto incluya el bienestar de una persona importante para nosotrso.

Abrazos preciosa.

Umma1 dijo...

Hola LUNARIA.
La experiencia de llevar una casa, nos hace comprender tantas cosas. Por ejemplo lo rutinario y trabajoso que es cocinar.
Me alegra mucho que estés mejor.

Cuando decís azucar te referís al caramelo?

Un beso

Umma1 dijo...

Me parece, YESSI, que con quien más injusticias de este tipo cometimos, fue contra nuestras madres. Y no lo digo por cuando éramos chicos.

UN fuerte abrazo

Antona dijo...

La pura realidad,a veces somos egoistas,hasta con quien mas queremos
salu2

marmota dijo...

Protección,refugio,cariño,complacencia ... incondicional , eso es la mama .
Es un lujo tenerte entre mis lectores , me aportas mucho , que lo sepas . Un abrazo .

ecasual dijo...

Tan cierto.

Un beso

MeTis dijo...

y cuantas mamas habra asi en el mundo, que se desviven por sus hijos y no se sientas a comer hasta que ellos no han terminado.. Y nosotros, desagradecidos, no sabemos ni darles las gracias..

saludos

TICTAC dijo...

Encantador relato...Vengo de una familia italiana, y si bien haya tenido dos abuelas bastante progresistas, la cocina era su dominio y nosotros su adoradores...nos complacian mucho cuando las visitabamos.
Pasaba tambien que se ofendian si uno trataba de disuadirlas a preparar tanta variedad aunque era sacrificio en cierto sentido para ellas significaba tambien darmos mas amor. Era otra generacion de mujeres, crecida asi' y aprendi' a respetarlo mas aun ahora que cocino... ;-)

Un abrazo!

No_es_dificil_mi_nombre dijo...

Y al final, no tenemos todos un poco de la relacion de los hijos hombres de este relato, con nuestras madres... y con nuestros padres?
Me encanto, hasta le senti el italiano a las palabras!

Umma1 dijo...

Será la condición de nuestra humanidad, ANTONA...

Saludos

Umma1 dijo...

Muchísimas gracis Marmota, el placer es mío cuando visito tu blog.

Umma1 dijo...

Un beso, Hormiguita.

Umma1 dijo...

Muchas METIS.
Pero es condición de madre, y luego los hijos repetirán la historia con los suyos.

Saludos

Umma1 dijo...

Bueno, para los italianos, la mesa es una ofrenda, TIC TAC.
La abundancia, el homane de los sabores y los aromas, justamente elos que la pasaron tan mal a través de la historia.

Umma1 dijo...

Gracias Orquideas Susurrantes.

Quizás lo sentiste en italiano, porque me une a esa familia un vínculo maravilloso.

Muchas gracias por la visita.

Isabel Barceló Chico dijo...

Genial, umma. Como suele decirse, "obras son amores y no buenas razones". Mucho amor a la mamma, pero que me mime... Besos.

Baakanit dijo...

Hermanita muy conmovedora tu historia. Hay veces que suelo pensar que los campos alrededor del mundo difieren muy poco el uno del otro, tienen una misteriosa universalidad.

Hay algo que para mí no concuerda:

" 5 tipos diferentes de fideos"

Para una familia: "hacían milagros porque eran épocas duras y ellos eran muy humildes."

Yo creo que las familias de escasos recursos no se pueden dar ese lujo de cocinar cinco platos distintos. Los pobres, la gran mayoría suele comerse lo que hallen o sino se quedan hambrientos.

No sé si la mamá de patrizia en realidad existió. A veces escuchamos anécdotas de los ancianos y necesitamos un filtro, ya que ellos suelen embellecer sus historias más de la cuenta, olvidándose de la lógica y todo lo demás.

Te me cuidas mucho.

Umma1 dijo...

El amor a la mamma suele ser así, ISABEL ROMANA.

Muy infantil, egoista... posesivo.

Umma1 dijo...

Hola BAAKANIT, hermanito.

Si, la mamá de Patrizia existe aún. Cuando me contaba esto no era ninguna anciana, tendría entonces de 50 y algo.

Lo de los fideos es bastante común, tenés que pensar que la masa del fideo es siempre la misma: harina y agua. La diferencia la hace que a uno se le agrega un puñado de sémola, a otro huevo, etc, etc... Mis conocimientos culinarios no dan para más.

La diferencia la hacía, que tenía que partir la masa original en 5 porciones, agregarle lo que hiciera falta y darle la forma de cada fideíto, que no es cosa simple.

Eran tan humildes, que en pleno invierno, en una región muy fría como es Rimini, no tenían zapatos. Habia terminado la guerra, Italia había quedado despedazada, lo único que había era hambre, mucho más en el campo.
Anna en ese entonces tendría unos 5 ó 6 años, y caminaba junto al padre y los hermanos leguas, hasta llegar al campo que trabajaban.


A mí más que los fideos me llamó la atención otra cosa, que viviendo en un país donde la mayoría de los habitantes son descendientes de italianos, está más que comprobada: que las chicas hicieran su biancheria, aún bajo los bombardeos.
La bianchería era el ajuar: sábanas, colchas, toallas, camisones. Todo salía de las manos de ellas. Comenzaban cuando eran púberes, y ni siquiera sabían si se casarían.

La madre de mi amiga María, llegó a Argentina, sin un peso, pero con un baúl enorme y uno más chico con la bianchería... no tenía novio.
Unas semanas después, un cuñado le habló de un valenciano que trabajaba con él.
Se vieron un par de veces, concertaron casarse y un par de meses después, ella echó mano del ajuar que venía preparando desde chiquita.

Volviendo a la comida, como le decía a TIC TAC, para los italianos la comida es una ofrenda un homenaje. Y la madre nutricia, una realidad universal.

En estas tierras, donde hay tanto italiano y tanto judio (la segunda comunidad del mundo), hay un chiste relativo a las madres viejo, pero al que siempre echamos mano.

¿Cuál es la diferencia entre una madre judía y una italiana?

Que una le dice al hijo: comé que me moiro... y la otra dice: mangia che ti amasso ( te mato) ;)

IrV dijo...

Holaaaa!!

Se me antojó una pasta :-P
No entiendo algunos términos, pero coincido "los fideos son los fideos!!" ajajajajjajaja

Gracias por tus palabras amiga. Consideraba que me ausentaba, pero creo que no lo suficiente, en fin, terminó después de 5 años, es tiempo de iniciar un nuevo ciclo ^_^

Tú como estás? todo bien?

Saludos!

Umma1 dijo...

IRV, amigo, son ciclos.
Y no hay vuelta de hoja. Todo tiene un fin, pero hay muchos principios.
Me alegra verte.

Un abrazo

TICTAC dijo...

Si', cierto era y es una ofrenda pero tambien las familias italianas generalmente tenian muchos componentes, eran numerosas, unidas y todos trabajaban. El estar todos juntos alrededor de la mesa era una forma de socializar y compartir no solo la comida.
un abrazo

Valeria Elías dijo...

que raro suena a veces esas cosas... pero es como q a veces uno quiere pero no cede en ciertas cosas porque no sabe el esfuerzo ajeno... que raro, no? besos

Unknown dijo...

Con la respuesta a BAAKANIT has enriquecido sobremanera el relato .

Eran otros tiempos , no digo que hoy no suceda , pero por aquel entonces eran frecuentes esas situaciones .

De todas maneras creo que las madres en su inmensa mayoría son posecivas , concientes o no , tienen trucos para que los pájaros si abandonan el nido , no vuelen tan alto .-

Umma

Que tengas un buen fin de semana

Adal ( agradecido )

Gloria dijo...

Hola, primera vez por aqui, llego atraida por el hermoso comentario sobre el tango que le dejaste a Milena y me encuentro con este mensaje hermoso y cierto. Y muy bien escrito. Te dejo un saludo, contenta de haberte encontrado.

Lis dijo...

linda historia, una mamá que sabía sus hijos eran todos distintos, una historia de amor traducida a pastas...me gustó!!

Umma1 dijo...

Si TICTAC, las familias italianas eran muy familieras ;)
Parece broma, pero quiero decir que son muy afectos a reuniones, a compartir... eso...

Umma1 dijo...

Porque somos algo egoistas, tal vez, AMADA INMORTAL.

Umma1 dijo...

Eso veníamos diciendo, HIPPIE.
Hay madres que no comprenden que una familia debe tener un movimiento centrífugo.

No creas que no ocurre en estos días. Lo que sí no pasa, es que una madre cocine muchos platos. ;)

Gracias por la visita.
Un abrazo

Umma1 dijo...

Muchas gracias AZUL CALEIDOSCOPIO, por las palabras y la visita.
:)

Umma1 dijo...

El amor se traduce en muchos formas, LIS.

Un abrazo

Baakanit dijo...

Me gustó mucho lo que añadiste en la respuesta a mi comentario, me aclaraste muchas cosas y veo que tienes un mundo fascinante a tu alrededor, deberías compartir más de estas anécdotas de inmigrantes!

Ciao

Umma1 dijo...

Hola BAAKANIT.
Aún nos van quedando agunos gringos. Los que vinieron después de la guerra siendo chicos.
La historia de cada uno de los inmigrantes que poblaron este país, es una novela.
Ahora la inmigración viene de Oriente, China, Corea, no tienen mucha comunicación con los argentinos.
Y los hermanos de los paises limítrofes.
La vida de muchos de ellos, ya no es una novela de aventuras, sino una tragedia.
Muchísimos bolivianos se ven reducidos a la esclavitud en los talleres de costura, produciendo para las grandes marcas, por monedas.
Los someten asustándolos con su condición de indocumentados.
Entre nuestros abuelos y los pobres que llegan hoy, no hay similitud de oportunidades.

Mónica Sabbatiello dijo...

Autorespeto. Difícil a veces para las personas con tendencia a dar de manera que no sopesa. El querer complacer a veces es signo de debilidad. Lo digo en carne viva.