Los juegos de la red

Publicado por Umma1 febrero 05, 2006 Etiquetas: , , ,

Ahora que sé que me lees, puedo comentártelo desde aquí.

Me vino hoy a la cabeza, un episodio de cuando escribíamos la historia de José Reynafé y su francesa, después el asesinato de Quiroga.

Yo había redactado prolijamente, el despertar después de la primera noche de amor.

La francesita se encontraba sola, con una esquela a quemar, donde su José, le avisaba que marchaba hacia Buenos Aires a anticiparse a los horrores que preveía acaecerían.

Se debatía entre la angustia por el peligro, y esa experiencia que venía de descubrir. Antes de vestirse ropas de varón, revivía sobre su cuerpo y el espejo caricias y placeres.

Vos leiste la escena de un erotismo nostálgico y me dijiste: “solamente falta que una vez que se vista vaya a la universidad”.

Me reí, podía ser que tuvieras razón, la escena aunque no era actual, quizás se anticipaba a los hábitos eróticos de 1835. Para apoyarte estaba el diario de Agustinita Libarona en El Bracho, que por esos tiempos, contaba que mudaba la ropa de su marido, loco tras las torturas federales, evitando mirarle el sexo.

A pesar de tu comentario, la escena no se corrigió.

Mirando todo lo que escribimos en esos años fecundos, en que nos habíamos contagiado el uno al otro de una obsesión creativa, veo que siempre fuimos pudorosos a la hora de explayarnos en las cuestiones eróticas, como si temiésemos que una palabra y otra, pudiesen despertar en nosotros esa pasión de nuestros personajes.

Lo nuestro no era caricia efectiva, ni consumación, ni aleteo invitador. Dos inventadores de historias, trepándose tarde a tarde por escenarios minuciosamente cuidados, por tramas complejas… Metaforizando la imposibilidad ética de enredar nuestros cuerpos, según nuestras apetencias.

La escritura vacuna contra ciertas pasiones.

Nuestra mejor etapa, fue de una delicadeza en la aproximación, que nos permite hoy enfrentarnos sin tachadura.

Fueron nuestros personajes, a través de sus muchas metáforas y ensoñaciones quienes tuvieron el valor de arrebatarse.

22 comentarios:

pablob dijo...

La historia de una pareja de escritores que se aman a través de sus personajes, es en sí un buen tema para narrarlo... Suele suceder con quienes escribimos ocasional o profesionalmente: algunas cosas las decimos o vivimos por medio de los personajes que creamos.
Bella relación la tuya con tu amigo.
Un abrazo

Umma1 dijo...

Escribo profesionalmente, Pablo.
Gracias por tu visita.
Un abrazo

Ponto García dijo...

¿Escribir, te vacuna? Será que no tomo bastante dosis ...

amelche dijo...

Pues sí, tendremos que tomar más dosis, PONTO, yo sobre todo, para no resfriarme más.

Me ha gustado tu historia, UMMA. ¿Quieres decir que, después de escribirlo, no quedan ya fuerzas o ganas de llevar a la práctica lo escrito, que una cosa es la fantasía y otra la realidad?

Luunn@ dijo...

Me parece a mi o estas pasando facturas atrasadas?...no seria posible hablarlo face to face..en
algun dia que merezca hacerlo
Un abrazo amiga TKM
lUUNNA

Princesa dijo...

Una historia contada por otra historia, en base a una historia.
Me gusta tu estilo.
Generas el vicio de que tenga que pasar por aqui a diario a leerte.
Besos miles :)

Umma1 dijo...

En ocasiones vacuna, PONTO.
Yo desconfío de las capacidades amatorias de los que están pemanentemente hablando de erotismo.
Perro que ladra no muerde.
Y a veces, no es cosa de dosis, sino que no tiene que darse... no se da...
Besos

Umma1 dijo...

No AMELCHE.
Que no tenía que darse.
A veces exceso de respeto, el momento en que dos personas se encuentran, que no es el más propicio.
O que se reunen para una tarea común, que no incluye fogasidades.
Un abrazo

Umma1 dijo...

Nada de facturas atrasadas. Luunna. Que es uno de los mejores amigos que tengo.
Además, vos sabés que no creo en eso de "volver al pasado", sino en encontrar lo que el futuro trae.

Umma1 dijo...

Muchas gracias PRINCESA, por las palabras y por la visita. Sos bienvenida, me gusta que vengas.
Un beso

Baakanit dijo...

"Ahora que sé que me lees, puedo comentártelo desde aquí." Me agrada mucho la forma en que empiezas.

Y cómo el relato dentro del relato se desenreda.

Ese pudor que tenemos muchos para expresar con palabras, la naturaleza de los actos sexuales queda muy bien plasmado.

Me gustaría saber más de la francesita!

Cuídate Umma!

Umma1 dijo...

Gracias BAAKANIT.
Lo de la francesita? Una historia de amor, en medio de brutales crímenes políticos, en lo que hoy es el territorio argentino, 1835. Traiciones, sangre, abusos y un amor trágico que intenta sostener su pasión, con el heroísmo de los que en verdad se quieren y a todo se atreven.

Anónimo dijo...

Era y es dificil ser explicito en ciertas ocasiones sin caer en lo obsceno, no alcanzo tal grado de poetismo ¿? poeticidad ¿?. Se que otros pueden. He leido cosas hermosas y delicadamente tratadas con menciones bastante explícitas de ambas sexualidades. Pero a mi me cuesta. Sera cuestión de practicar, no ?. La expresión escrita (no quiero decir oral porque se puede tomar con un sentido equivoco...)

Alberto dijo...

Esto estaba en el otro blogg esa cosa... que trate de hacer y de la que huyera mi francesa raudamente. a lo mejor aqui lo lee.. ahi va..Sus despedidas siempre fueron asi. Tan duras y tajantes. Como aquella espada vieja, que me legara un abuelo, que decia había peleado en la campaña del desierto, y segun sus balbuceos, algun pueblito de la llanura mantenia una estatua de su capitan.
Sera condicion de su signo tal vez. Tan dura y taxativa cuando ella se consiente tal actitud. Tan dulce y amorosa cuando el impulso la impulsa. No todo es tan blanco o tan negro. Solia decirle... Ni la tiza es blanca, ni la muerte es negra. Y ella solo veia el punto de la i. Solo notaba si la frase estaba cerrada. Y hasta eso, alguna lectura de lo suyo era como un cactus de los de aca. Espinoso, pero jugoso. No de grandes espinas como algunos arboles de las plazas que suele frecuentar. Espinas chiquitas, como la de la tuna. Se te mete en la piel y te duele por muchos dias. Le cuesta al cuerpo expulsarla.
No te vayas le decia. No te vayas que yo te sigo por todos los planos donde tu huella intuyo. No me quites tu mano tibia a pesar del frio de la distancia. No te desvanezcas cuando sos la vela de mi luz.
Te leo, le decia. Te leo en cada lugar. Yella nada. Enojada en su enojo infantil. Tomaba su muñeca con violencia de mis manos. Me quitaba el abrigo que intentaba poner sobre sus hombros. Me tiraba a la cara el pañuelo con el que pretendia enjugar sus lagrimas. Me cerraba la puerta cuando no terminaba de abrirla.
Asi era ella. Asi es ella. Y la amo por eso.
Nadie tiene una sola cara. Ni yo. Ni ella.

Umma1 dijo...

Joseph Queen Faith, siempre se puede comenzar por un río, excelente vehículo para la sensualidad.
En un segundo paso, inventar un lenguaje secreto, un sistema de cógidos.
Un lenguaje escrito y uno oral, (sin pudores, que hablamos seriamente).
La palabra es como los campos de girasoles. Habrá visto Ud. alguno, supongo.
Por un momento nos muestran la cara sonriente y al rato nos la ocultan.
Son muy juguetonas las palabras, y en sus pudores está la esencia del encanto.

Me dio mucho gusto encontrarlo por aqui, Joseph Queen Faith.

(Cuénteme si el aire huele a hierbas, por favor)

Umma1 dijo...

Ella recordaba los higos de tuna, había robado uno, en una tarde de sol, cuando la sed apretaba.
Picaba en las yemas de los dedos y le hincó el diente.
Los labios se le anestesiaron, o sería el dolor de tan fuerte. Después la sensación de arena y el miedo a una boca deformada por las espinitas.
Esa fue una historia que quedó sin contar, en las largas tardes de invierno, mientras comían galletitas de limón.
El mundo se componía de cosas sencillas, aceptadas con humor sereno.
Una ventana del siglo XVIII, ¿o sería XVII?
Una casita de cuento de hadas en la vera del río, que las altas cumbres estuvieran nevadas y no se resistiera la camisa en el calor abrasador.
Un desván, viejos sombreros, unas cajas de fotos y paquetes de cartas amarillas.
Una noche sobrevino el silencio.
Supo que él podía perderse monte arriba, y tropezar con pumas.
Le dio miedo, pero esperó de pie.
El silencio se hizo hondo y continuo. Cruzó el tiempo con esa fatalidad de destierro, que aparenta lo inesperado.
Cuando volvió a verlo, ya había olvidado como cocinar aquellas galletas, el lenguaje era casi gutural, habían perdido la costumbre.
Aún así, no se interrumpieron, hasta aquella noche en que se llevó por delante la torre rosada donde habitaban las princesas.
Con gracia de colombina dibujo una verónica para hacer mutis por el foro.
Sentido de la teatralidad, había si o si, que despejar el escenario para los futuros actos.
Él finalmente, era un maestro montando escenografías.
Así que bajó a la platea y desde allí comenzó, muy entretenida a ver como se escribía el próximo libreto.

;)
que no se corten las visitas.
Te quiero mucho

manuel martín vicente dijo...

Umma, no se si le he comentado que produce placer leerla. Un abrazo

Umma1 dijo...

Martius, caballero, será el mismo que me generan sus fotos?
No dudo que Ud. mira por su cámara, de una forma, que hace vibrar mi alma.
Un beso

Alberto dijo...

Querida ... UMMA. Me encantaría ver alguna vez publicada una novela salida de tu pluma, con nuestra historia. Ya que es improbable que Joseph o yo siga alguna vez aportando a su desarrollo, que te sientas libre de hacerlo. Estoy seguro que te sobra capacidad y de la calidad no me cabe duda. Además cada uno de tus aportes tiene tanto peso y entidad que por si sola enriquece la historia. Un abrazo grande. (y nos seguimos viendo, eh ?!!!!)

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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