El amor y su destino

Publicado por Umma1 enero 31, 2006 Etiquetas: , ,




Sentí tanta ternura. ¿O sería tristeza?

Sonaba en la radio la canción de la película “Nuestros años felices”, levantaste la cabeza de tu libro murmurando:

- También tuvimos nuestros años felices.

Había un resignado reconocimiento en tu voz, casi te acaricio la mejilla para consolar esa nostalgia. Una gota de piedad al destierro de nuestra propia historia.

El paso del tiempo es implacable. ¿Cómo saber cuando llegó el desamor? No debió venir como un golpe inesperado, sino como un acomodamiento a la indiferencia que no percibimos, hasta que un día nos advertimos socios de una empresa fracasada.

Tuvimos nuestros años felices... Si fue con vos que tuve el insight de la felicidad.

Fue en tu casa, aquella de puertas de roble con monacales herrajes, patios azulejados, fuentes en las que vertían aguas cantarinas leones fantasmagóricos; que un domingo aprestándonos para un concierto, tuve la revelación de que no había nada más para pedirle a la vida. Me completabas. ¡Vana ilusión! O no, porque en aquel momento cerrabas mi universo. Vivía con el corazón desbocado, hasta que te escuchaba decir después de la cena:

- Quédate conmigo, no regreses hoy a tu casa.

Eras mi norte, aún me sorprendía mirándote en la armonía de tus rasgos, me recorría un escalofrío cuando oía tu voz dando un teórico en la facu, recordando su entonación privada. Todavía me detenía en el movimiento de tu boca y me turbaba la imposibilidad de anticiparte entre tu seriedad y tu ternura.

Estaba empeñada en aprenderte, pero eras vos quien iba barriendo de neblinas mi imagen en el espejo.

Llevábamos unos meses recorriéndonos, yo con las manos y el corazón abiertos, vos con tu característica reserva. Felipe te recordó en una rueda de amigos, que por fin había que ponerle fecha al billete.

Le clavé los ojos mientras un pálpito negro caía sobre mi corazón.

- Vamos a India, ¿No sabías?

- ¿Por cuánto tiempo?

- Hasta el llamado a exámenes de diciembre.

Esa noche, despegando las sábanas de mi disimulo, dijiste:

- No viajaré a India.

- ¿Porqué?

- Te quiero, cuatro meses sin ti serían un tormento.

Entonces comprendí que era eso de morir y resucitar.

Agregaste que iríamos después de mi graduación. Te creí, fuimos después de una lluvia de arroz. Sigo creyendo en tu palabra. No mentís, nunca me prometiste la felicidad, aunque la tuvimos en algún tiempo y con exhuberancia.

- The way we were… - La canción continuaba sonando, los ojos se me llenaron de lágrimas. Las oculté. Te dejé con tus papeles, me fui con los míos confirmando por lo bajo:

- Si tuvimos años felices.

Años que no volverán.

18 comentarios:

amelche dijo...

Y, ¿no se pueden tener nuevos años felices?
Aunque no tienen nada que ver las dos historias, creo que tiene un punto de nostalgia con
Soy una mujer mediterránea

Ponto García dijo...

Tendremos más. Serán otros.

Anónimo dijo...

Umma disculpá la ausencia.
Quería y correspondía decírtelo.
Un saludo

Baakanit dijo...

"Llevábamos unos meses recorriéndonos, yo con las manos y el corazón abiertos, vos con tu característica reserva"

Eze tipo de la zeta, era bien misterioso. Se parece a mi. ;)

Los años felices para mi han sido seccionados. He tenido diferentes tipos de años felices. En la niñez, la adolescencia, y ahora en los veintes. No me puedo quejar, aunque como espectaculos intermedio he tenido transiciones tristes.

Vos o tu personaje lo tendrán, sólo es cuestión de ver la aguja del reloj darle la vuelta a la manzana.

Anónimo dijo...

Sueña en todo lo que aún te queda por vivir.Empezando por el minuto próximo...

Umma1 dijo...

Si PONTO.
Otros diferentes, que por suerte no nos bañamos dos veces en el mismo río ;)

Umma1 dijo...

Gracias PALABRAS, te imaginaba ocupada.
Un beso

Umma1 dijo...

Hola MAURA.
Nostálgico del amor que se muere. Pero apuesto por esa actitud que estás defendiendo en tu blog.

Umma1 dijo...

Hola BAAKANIT.
Estuve por tu blog buscando la 3era parte.
A ver cuando nos dejás leerla.
A pesar del tono del relato, los años felices no se
seccionan, aunque en el momento lo parezca.
Porque la vida, ofrece oportunidades para rehacerse, y sentidos para reconocerlas.
Un beso, me gusta mucho que vengas.

Umma1 dijo...

AMELCHE. Ambas historias tienen puntos en común.
Insisto en que sabés crear el ambiente cuando relatás.
Me gusta leerte.

La gata que no esta triste y azul dijo...

No, no vuelven. Seran otros, pero esos no. No pierdas la esperanza, o que no la pierda tu personaje. A veces somos rios que se vacian, se secan esperando una nueva avenida de las aguas que nos llene el cauce.

La gata que no esta triste y azul dijo...

No, no vuelven. Seran otros, pero esos no. No pierdas la esperanza, o que no la pierda tu personaje. A veces somos rios que se vacian, se secan esperando una nueva avenida de las aguas que nos llene el cauce.

Umma1 dijo...

JESUS, amigo, soñar y realizar.
Que algo de la actitud de uno se juega en el destino.
Mil felicitacines por el aniversario de tu blog.
Un beso

amelche dijo...

Muy bonito el comentario de Mahaya y, además, ha introducido un elemento interesante: "No pierdas la esperanza o que no la pierda tu personaje". A veces olvidamos que, aunque sea un blog y muchos de los relatos sean autobiográficos, no tienen por qué serlos, pueden estar inventados y los protagonistas no tener nada que ver con el autor.

Umma, gracias por el comentario sobre mi forma de escribir.

Luunn@ dijo...


Umma querida perdona por no venir por tu casa hasta la mia la tengo medio abandonada, pero el amor nunca prometio ser eterno,ahora habria que preguntarse..podrias vivir sin el...te imaginas a pesar de todos los defectos que le podas encontrar, imaginas la vida sin el, o el desamor es mas grande y no hay vuelta atras..son tantas cosas,pero las seguiremos hablando
Solo decirte te quiero mucho y te dedico el poema de Benedetti "HAGAMOS UN TRATO"
Un abrazo TKM
Luunna

RomáN dijo...

He quedado boquiabierto, hipnotizado y con el corazón palpitando y sin defensas.
Todo nostálgico, todo echando de menos, por esos años que no volverán...
Besos

Umma1 dijo...

Un beso ROMÁN: QUé gentil de tu parte, amigo

Alberto dijo...

Yo conocí esa historia. Y vos la mía. Sin herrajes fastos. La misma desazon. El mismo desierto frente a la mesa. La misma pregunta. Y la respuesta que sigue sin aparecer.